…Porque la letra mata, pero el Espíritu vivifica. (2 Corintios 3:6)
MANIPULACIÓN
En muchas iglesias falsas, donde no se predica el Evangelio sino que se manipula a la gente desde el púlpito con historias personales, anécdotas y revelaciones propias del predicador, existen algunas personas sinceras que empiezan por sus medios a leer la Biblia. Al acudir a la Palabra de Dios, fuente de luz y verdad, estas personas se empiezan a dar cuenta de la mentira que se les predica. Al ponerse en contacto con las palabras de Cristo, el buen pastor, es allí que sus ovejas empiezan a desconfiar de la voz de los extraños (Juan 10:5).
La Biblia despierta en la persona una búsqueda más profunda de quién es Dios, qué dice su Ley, que es el pecado, la gracia, el calvario, la resurrección, en definitiva: saber más de Cristo. Cuando estas personas empiezan a ver una idea clara del Evangelio recurren emocionadas a su pastor o líder de grupo para mostrarles estas verdades que en su iglesia se están desperdiciando (ya que no se estudia sobre de esto). Pero es allí donde ellos sagazmente, al quedar expuestos, sacan de contexto el versículo y te dicen: «La letra mata«.
Te dicen que no leas demasiado ya que te puedes confundir. Infunden en ti una cultura anti-intelectual. Te dicen: -No indagues demasiado en la Biblia, no recurras a libros de la historia de la iglesia, (menos a libros de otros predicadores) porque la letra te terminará matando .
Luego, te sugieren sutilmente que ellos son «los espirituales» y, que por estar «del lado del Espíritu», están del lado de la vida. En simples palabras, te dan a entender que: «Ellos son la vida» (y debes quedarte solo con lo que ellos te digan), pues indagar en «la letra» te matará.
¡Esta es la manipulación más descarada que se da hoy en día en gran cantidad de iglesias carismáticas o mal llamadas evangélicas! Ya que no tienen nada del Evangelio.
DE LO QUE TRATA EL VERSÍCULO
Al leer el capítulo entero, podrás darte cuenta que el apóstol Pablo viene hablando de la «letra» como sinónimo de la «Ley de Dios» y también del antiguo pacto. En el versículo siete hace referencia a esta «letra» que fue dada en las tablas de piedra de los Diez Mandamientos (Éxodo 20). Nos dice que ese ministerio era «un ministerio de muerte«, y en el versículo nueve nos dice que era un «ministerio de condenación«. ¿Por qué la Ley del Antiguo Testamento sería un ministerio de muerte y condenación? Pablo aclara que la Ley es gloriosa, porque procede de la santidad y justicia de Dios, pero que al enfrentar al pecador produce muerte y condenación sobre él, debido a su naturaleza caída.
Es decir, Dios utiliza la Ley para mostrar a los hombres su maldad, su rebeldía y que están muertos espiritualmente. Pero sería trágico que la persona quedara en un estado de condenación sin ninguna escapatoria, ¡pero la Biblia también muestra el otro lado de la moneda!
La otra cara de la moneda es la justicia de Cristo en la cruz (ver v.9) quien asume la culpa del pecador. El Espíritu de Dios vivifica a pecadores muertos y los trae al conocimiento glorioso de su hijo Jesucristo para darles vida. Como dice el v.17: «Les da libertad».
En resumen, la Ley te tiene que matar, esto es dejarte sin excusas de que eres un pecador apartado de Dios, inmerecedor de su favor; como dice en otra parte de las Escrituras estás «muerto en tus delitos y pecados» (Efesios 2:1). El Espíritu Santo para infundir vida tiene que convencer primeramente a la persona «de pecado y de juicio» (Juan 16:8). La función del Espíritu Santo no es alejarte de la Biblia, ni volverte anti-intelectual, al contrario, Él utiliza la Biblia para mostrar tu condición de muerte por medio de la Ley, pero también utiliza la Biblia para mostrarte la Gracia en Cristo y que en él hay perdón, consuelo y vida eterna. Esto es concretamente «la ley mata, pero el Espíritu vivifica».
¿QUÉ HARÁS CON LA VERDAD?
Muchas personas son amedrentadas por sus líderes a dejar de indagar en la Biblia y libros de teología luego que van con dudas doctrinales. Son silenciadas, amenazadas, manipuladas, pero no por eso dejan de tener una responsabilidad ante Dios. Temen perder amigos, una posición dentro de la iglesia (o la de sus familiares), o prefieren la comodidad de dejar las cosas como están. Este tipo de personas tuvieron un tibio despertar por la verdad bíblica, pero luego de un tiempo se encogieron de hombros y, en su cobardía, se quedaron a convivir con el error. Se alejaron de «la letra» de la bendita Palabra de Dios para ir tras un espíritu engañoso que en definitiva nunca los va a vivificar espiritualmente.
Pero las ovejas del Señor serán llamadas por la «letra» de su Palabra. Entenderán su pecado a través de esta «letra» que los condenará y matará, pero también Dios les dará la fe para creer en Su Hijo Jesucristo para que sean vivificados. La Palabra y el Espíritu Santo van de la mano.
La misericordia y la verdad se encontraron; la justicia y la paz se besaron. (Salmos 85:10)
Que nadie te diga que debes alejarte de la lectura de la Biblia para ser más espiritual. Esa es una vil mentira y un argumento diabólico. No te conformes con verdades a medias ni con versículos sacados de contexto.
¡Que la letra de la Ley de Dios mate tu carnalidad, pero que el Espíritu de Dios te vivifique en Cristo Jesús y seas justificado mediante la fe en Él!
De manera que la ley fue nuestro ayo para llevarnos a Cristo, a fin de que fuéramos justificados por la fe.
(Gálatas 3:24)
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