Así que, ninguno se gloríe en los hombres; porque todo es vuestro.
(1Corintios 3:21).
Porque uno es vuestro Maestro, el Cristo.
(Mateo 23:10).
Un discípulo es un seguidor, un alumno fiel de su maestro, que aprende de él y lo imita en todo.
Un discípulo es alguien que compromete su vida y acata con devoción la enseñanza de su maestro.
Un verdadero cristiano es aquel que sólo sigue a Cristo. Su fe no está fundada en ningún hombre, sino en la Santa Palabra de Dios.
Si bien Dios encargó a hombres la predicación del evangelio, estos son sólo instrumentos en sus manos, no teniendo gloria alguna ni algo de que jactarse.
Pero a veces se comete el error de seguir a los hombres y de confiar en los mismos más que en Dios. Eso es un pecado, y causará mucha desilusión y desengaño en el alma del que lo hace.
Quizá debemos replantearnos:
¿De quién soy discípulo? ¿De los hombres o de Cristo?
Hagamos la diferencia:
Un discípulo de hombres: Busca la expansión de la creencia de su «maestro» y de su doctrina en particular.
Un discípulo de Cristo: Predica la salvación, predica a Cristo crucificado.
Mas nosotros predicamos á Cristo crucificado (1ra Corintios:1:23 ).
Un discípulo de hombres: Se gloría y enorgullece de la potencia su líder.
Un discípulo de Cristo: Reconoce lo débil que es y confía toda su fuerza a Cristo.
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. (2da Corintios 12:9).
Un discípulo de hombres: Sigue a su líder porque habla agradable.
Un discípulo de Cristo: Sabe distinguir la voz de Jesús su pastor.
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. (Juan10:27 ).
Un discípulo de hombres: Sigue a su líder porque predica las cosas que a él le gustan.
Un discípulo de Cristo: Trata de acatar todo el consejo de Dios, todo lo que dice la Biblia, en obediencia, aunque esto vaya en contra de sus propios interese carnales.
Porque no he rehuído de anunciaros todo el consejo de Dios. (Hechos 20:27 ).
Un discípulo de hombres: Busca agradar al «ojo humano».
Un discípulo de Cristo: Busca agradar sólo a Dios.
¿Persuado yo ahora a hombres ó á Dios? ¿o busco de agradar a hombres? Cierto, que si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo. (Gálatas 1:10).
Un discípulo de hombres: Deja su fe cuando se da cuenta de la falsedad e infidelidad de su líder.
Un discípulo de Cristo: Tiene su fe inquebrantable, porque Dios es fiel.
Fiel es Dios, por el cual sois llamados á la participación de su Hijo Jesucristo nuestro Señor. (1ra Corintios 1:9 ).
Un discípulo de hombres: Cuando cae su líder y se vuelve atrás, se diluye su creencia.
Un discípulo de Cristo: Tiene la seguridad que «Su Maestro» está siempre con él.
Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20).
¿De quién eres discípulo?
Cristo advierte:
Mirad, que nadie os engañe. (Marcos 13:5).
Para que vuestra fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios.
(1ra Corintios 2:5).
- 4 Cosas que los Judíos equivocaron respecto al mesías - octubre 31, 2024
- La «doctrina reformada» explicada en forma sencilla - octubre 30, 2024
- La Cena del Señor, el elemento más olvidado en la adoración - julio 31, 2024