Podríamos definir las fake news como información falsa que busca manipular a la audiencia, a veces general y otras veces definida. A veces con un propósito y otras simplemente para generar el caos.
Esto se da en el mundo secular y va en progreso a tal punto que Google ha lanzado cursos de capacitación para evitar este mal en Internet. Redes sociales, como Facebook o Twitter, son utilizadas para sembrar desprestigio, confusión y desinformación. Esto ha llegado a afectar hasta los estratos políticos de nuestra sociedad, definiendo elecciones. También ha afectado la reputación de personas antes que la justicia tome cartas en algún asunto. Si a la prensa años atrás se la definió como «el cuarto poder», Internet indudablemente se ha convertido «en el quinto», ¡y las fake news están a la orden del día!
¿Por qué se da todo esto?
No es nada nuevo. El corazón humano en su estado caído en pecado desde siempre ha sido engañoso y perverso:
Jeremías 17:9 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Sucede que Internet, y en especial las redes sociales, son un medio barato, instantáneo y poderoso para esparcir una mentira. Los triste es que muchos «cristianos» siguen el mismo juego que el mundo en publicar artículos en blogs y redes sociales sin ningún tipo de filtro veraz.
Muchas veces las redes sociales son el refugio de personas cobardes e inescrupulosas, pues bajo cierto anonimato pueden opinar de lo que quieran sin que sea realmente la verdad. Postear es fácil, pero no harían lo mismo si se tratara de una denuncia legal (ya que podrían sufrir las consecuencias penales de perjurio).
La Biblia y el valor de la Verdad
Mateo 5:37 Mas sea vuestro hablar: Sí, sí; No, no; porque lo que es más de esto, de mal procede.
Como pastor he tenido la mala experiencia a lo largo de mi vida de personas a las cuales yo llamo «editores de conversaciones». Es como la prensa amarillista que edita un video de una entrevista; corta una parte, y la exhibe como si fuera toda la información (y después saca sus tendenciosas conclusiones). Prefiero que esas personas conflictivas «pasen de largo» de mi iglesia, ya uno no puede estar grabando las conversaciones por ética cristiana. Personas así siempre tienen a provocar divisiones.
Lamentablemente mucha parte de nuestro cristianismo desconoce el término «ética». La mentira, la difamación automática, el orgullo y el alto concepto de sí mismo, provocan noticias falsas que se esparcen por doquier. Pero la Biblia le da preponderancia a nuestras declaraciones (sean en persona o por las redes sociales).
Al cristiano, mejor dicho a la iglesia, se le ha confiado el mensaje más veraz del mundo: el Evangelio. Por lo tanto, la palabra y actitud de un cristiano en su vida diaria lo condiciona a decir siempre la verdad, pues representa al Dios de la verdad.
En el ámbito eclesial, el apóstol Pablo le recordaba a los corintios:
2 Corintios 13:8 Porque ninguna cosa podemos contra la verdad, sino por la verdad.
También en la epístola a los colosenses se nos advierte:
Colosenses 3:9 No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos.
Consecuencias verdaderas
Satanás, padre de mentira (Juan 8:44) fue el primer creador de noticias falsas en el huerto del Edén; tomó una frase de Dios, la modificó, y se la presentó de manera «inocente» a Eva ¡Y fíjense que consecuencias terribles trajo cuando el ser humano creyó esa mentira!
La consecuencia fue que todo el género humano llegó a ser una raza caída. La buena noticia (y verdadera) es que Jesucristo vino al mundo a salvar a los pecadores (1 Tim. 1.15).
Cristo también vino a librarnos de la mentira. No solamente de mentiras evidentes y deliberadas, sino de informaciones a medias, noticias falsas, y especulaciones que no van en orden con la verdad.
Los cristianos debemos ser personas veraces en un mundo de mentira, debemos proclamar la verdad del Evangelio en un mundo de fake news.
Por lo tanto tengamos cuidado con lo que compartimos, aprobamos y difundimos en Internet. ¡Los cristianos debemos ser veraces en medio de un mundo condenado en su propia mentira!
Mateo 12:36 Mas yo os digo que toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. 37 Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
- 4 Cosas que los Judíos equivocaron respecto al mesías - octubre 31, 2024
- La «doctrina reformada» explicada en forma sencilla - octubre 30, 2024
- La Cena del Señor, el elemento más olvidado en la adoración - julio 31, 2024