Proverbios 27:2 Alábete el extraño, y no tu boca; el ajeno, y no tus labios.
Soy un pastor que considera que las redes sociales son un medio de perdición, así como de bendición.
Son un medio de bendición cuando la «palabra de Dios corre y Él es glorificado» (2 Tesalonicenses 3:1).
Son un medio de perdición en el sentido que también circula el orgullo y las ideas pecaminosas (1 Juan 4:5).
Ahora veo como algo antagónico con la humildad cristiana a aquellos predicadores y pastores que hacen fotos de sí mismos posando con alguna frase inteligente que han dicho respecto a la Biblia.
No critico la frase, ni el contenido bíblico, ni que pueda ser útil a otros, pero me pregunto el por qué de la necesidad de la foto. ¿Acaso no es más importante el mensaje que el mensajero? ¿Quién debe ser destacado, el heraldo o el Rey? ¿Si la persona es un siervo/esclavo de Cristo por qué necesita ese «toque» tan personalizado de sí mísmo?
Es muy distinto a que otros hagan una imagen de algún predicador con alguna frase (y creo que eso va en sintonía con el proverbio citado «alábete otro… y no tú mismo»).
Si vemos la vida de nuestro Señor Jesucristo, la Escritura nos dice: «No contenderá, ni voceará: ni nadie oirá en las calles su voz (Mateo 12:19)», que es una profecía mesiánica de Isaías 42:2.
Digamos que el «predicador» que más impactó a la humanidad fue Jesús, y él nunca se autopromocionó.
El comentarista bíblico del siglo XVII, John Gil decía respecto al texto anterior:
«El significado es que (Jesús) no buscó el honor mundano, el aplauso popular y ser visto de los hombres; no hizo nada con ostentación, nada dijo encomiándose a sí mismo, nunca se le oyó alabarse a sí mismo, y eligió que los demás guardaran silencio sobre él.»
No quiero que me malentiendas. Hoy en día hay muchas conferencias cristianas y es necesario muchas veces poner las fotos de los conferencistas, etc. Yo mismo, a menudo, participo como ponente en conferencias bíblicas y cursos. Pero a lo que voy es que cada vez veo más la práctica (muy cercana a un «narcisismo cristiano») de hacer fotos de uno mismo con una frase teológica al lado.
No creo que en todos los casos sea algo malo o que exista detrás del predicador o pastor el deseo de autopromocionarse, pero pienso que es algo que tenemos que manejar con cuidado.
Si como cristianos nuestra máxima es: «solo a Dios la gloria«, ¿no puede haber acaso en nuestro corazón la tentación de querer un poco de esa gloria al ser reconocidos por otros? Esto es algo con lo cual también lucho en mi corazón, y escribí este artículo para que se reflexiones un poco más acerca de este pecado seductor de la autopromoción para alejarnos de tales prácticas.
Muchos predicadores anónimos que jamás vimos en las redes sociales estarán primeros en la fila de los galardonados por Cristo que aquellos que ganan muchos likes actualmente.
Trabajemos para el Reino de la eternidad y no para las efímeras glorias de este mundo temporal. ¡El Señor nos conceda humildad!
Isaías 42:8 Yo Jehová: este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria…
Salmos 115:1 Na a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, sino a tu nombre da gloria…
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