Conozco muchísimos casos donde las personas que están en una iglesia con graves errores doctrinales (movimiento apostólico, falso evangelio de la prosperidad etc.) no abandonan la misma porque están «anclados» en alguna actividad.
El Diablo ha sido astuto; no solo ha engañado a muchas iglesias evangélicas con una enseñanza apartada del verdadero evangelio, sino que además ha propuesto actividades (comúnmente llamadas «ministerios») para que las personas queden «ancladas» en rutinas que se consideran una trabajo para el Señor.
Muchos no salen de una iglesia errada porque a ellos mismos o a algún miembro de su familia se les ha confiado alguna actividad específica.
Ya sea que estén (como ellos dicen) en la alabanza, tocando algún instrumento, o en el canto, o en el cañón proyector, o en la luces, o en el sonido, o en lo que sea que estén haciendo, parece que esa actividad les trajo un compromiso moral mayor en sí mimo que con la fidelidad a la Palabra de Dios.
Recordar que aquellos que serán rechazados en el «día del juicio» como perfectos desconocidos por parte del Señor, eran personas que estaban «muy activas» en sus iglesias (Mateo 7:22).
Por otro lado el activismo diario que proponen esta iglesias del error, llevan a las almas a una vorágine en la cual quedan mareados con tantas actividades, alejándolos de sus responsabilidades familiares con la excusa de que «es para el Señor«.
Pero el mismo Señor dice: 1 Timoteo 5:8 Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.
Así muchos hombres y mujeres, engañados por este falso activismo espiritual descuidan la misión primaria que les da Dios en sus hogares y familias.
Esto destruye la comunión con Dios a nivel familiar, y a la larga se paga con hijos rebeldes que no querrán saber nada con Dios debido al resentimiento de haber quedados en segundo lugar por mucho tiempo.
LA SANA DOCTRINA Y LA ACTIVIDAD
Por la gracia de Dios muchas personas han escapado de estas falsas iglesias y se han liberado del ancla del activismo.
Y al estar en una iglesia sana se preguntan: ¿Y ahora qué hago?
¡Hay buenas noticias! Justamente la sana doctrina te ayuda a diferenciar lo superfluo de lo que realmente es importante.
Por supuesto que en la iglesia hay actividades para realizar en lo que hace al funcionamiento de su estructura, pero no hay que olvidar cuál es la misión principal: predicar el evangelio (Marcos 16:15).
Si bien la iglesia puede proponer salidas evangelísticas (y quizás de nuevo estés pensando en el activismo) lo más efectivo es hacerlo cada día en el lugar donde nos movemos.
Cristo dijo: «me seréis testigos» (Hechos 1:8), y de eso se trata nuestra principal función como cristianos: mostrar al mundo quién es Cristo. Tenemos una actividad 24/7 para predicar el evangelio, comenzando por nuestra familia y siguiendo por nuestros amigos y compañeros de trabajo.
El que está enfocado en el evangelio, que es la actividad principal de un cristiano, nunca estará deprimido porque no se le den otras actividades secundarias.
Estará bien procurar que la música salga «perfecta» en la iglesia, pero si quieres una verdadera fiesta espiritual que trascienda hasta los ángeles del cielo, ¡predica el evangelio!
Lucas 15:7 Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentimiento.
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