¡Ordena tu vida! (Antes que sea demasiado tarde)

¡Ordena tu vida! (Antes que sea demasiado tarde)

Ordena tu casa, porque tú morirás, y no vivirás. (Isaías 38:1)

Estas fueron las Palabra de Dios dirigidas a un rey de la antigüedad:
-Ordena tu casa, ordena tu vida, porque vas a morir.

¿Qué pasaría si Dios nos hiciera saber que tenemos tan solo UN AÑO de vida?

Algunas personas tratarían de dejar en orden todo lo que tenga que ver con la parte económica para que su familia esté bien. Pagarían un seguro de vida, harían trámites de sucesión de bienes para que sus familiares lo hereden, pondrían en orden los títulos de propiedad de sus casas a fin de que los suyos puedan verse beneficiados después de su «partida».

¿Que pasaría si nos dijeran que nos queda solo UN MES de tiempo?
Allí, con menos tiempo, tratarían algunos de disculparse con familiares con los cuales estaban enemistados. Irían otros a saldar sus dudas con aquel amigo al cual trataron injustamente. Tratarían de dejar todas las cosas lo más pacíficas posibles.

¿Y si nos dijeran que tuviéramos UN DÍA solamente de vida.?
Sin duda iríamos y abrazaríamos a nuestra familia y le diríamos lo mucho que la amamos. Si somos padres, seguramente hablaríamos con nuestros hijos y con nuestra esposa o esposo, para dejar todas las cosas en «orden», y demostrarle todo el afecto posible. Si no, con nuestros hermanos o padres, para que también ellos puedan recibir de uno la ultima manifestación de cariño. Sea como sea, nunca sería suficiente el tiempo que necesitaríamos para poner «todas las cosas en orden».

Pero hay una cosa que sí podemos poner en orden, y que no hemos mencionado en toda la lista de prioridades:

Debemos poner en orden el destino eterno de nuestra alma.

No pensar en ello, sería como armar nuestras maletas para emprender un viaje a un destino desconocido.

Pero hay algo más que debo decirte: ¡En este «viaje» no se puede llevar ningún equipaje!

Porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. (1ra Timoteo 6:7 )

Estimado amigo/a:

En Cristo está la seguridad de nuestro viaje, él es el boleto a la vida eterna. Sólo Dios sabe cuando nos llamará de este mundo; lo importante es tener resuelto nuestro destino eterno.

Si crees en Cristo como tu Salvador, habrás puesto en «orden» lo principal de tu vida; el destino de tu alma. ¿Lo has hecho ya?

Quizás hoy estés preocupado por muchas cosas y tengas muchos planes a futuro, pero si no estás reconciliado con Dios a través de Cristo, la partida de este mundo será a un lugar muy penoso del que nunca podrás escapar; el infierno.

Solo si Cristo transforma tu vida, es que podrás decir: -Esta vida está en orden.

Pero si aún no has «ordenado tu vida espiritual» te ruego que  lo hagas hoy, ya que nunca sabes cuando recibirás el llamado de Dios para presentarte ante Él. ¿Estás listo para ese momento?

Porque: ¿De qué aprovecha al hombre, si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? (Mateo 16:26)

 

Alejandro Riff