Búsquedas Equivocadas

panLes respondió Jesús, y dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis de los panes y os saciasteis.
(Juan 6:26)

 

Jesús había realizado el milagro portentoso de alimentar a mas de cinco mil personas a partir de un «par de panes y unos peces».

Esta multiplicación milagrosa de alimento sació el hambre de muchas personas aquel día.

Pero el propósito del Señor era más elevado y más profundo que el solo hecho de satisfacer una necesidad física de la gente.

Seguidamente a este milagro, estas personas comenzaron una persecución por mar y tierra para encontrar de nuevo a Cristo, siguiéndolo con un solo fin: ¡Volver a comer pan!

Pero Jesús los confronta con el verdadero propósito del milagro, que no consistía en que las personas pusieran toda su atención en las cosas terrenales y a la saciedad de sus necesidades alimentarias, sino que apuntaba a que pudieran reconocer en él al Hijo de Dios, al enviado del Padre, al Mesías y Salvador.

Ellos buscaban el milagro de Jesús pero no a Jesús mismo.

Hoy en día, esta misma situación se vuelve a repetir con muchas personas.

Millares de personas se acercan a las iglesias en busca de beneficios y no en busca del Salvador que puede perdonar sus pecados y darle un nuevo corazón.

Desde luego, Dios comprende y se conduele con las necesidades humanas, pero él quiere más bien que los hombres encuentren no el alimento temporal (que como dice la Biblia es algo que perece), sino al alimento eterno, que es la salvación en Cristo Jesús.

Por eso la Palabra de Dios advierte a cada persona:

 No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos?
…Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo:6:31-33)

Estimado amigo/a:

Quizá hoy tu principal problema sea tu sustento diario o el de tu familia.

Quizá tu Cristo, se ha transformado sólo en aquel que tiene la solución a tus necesidades.

Si tu ropa se ha envejecido, si no tienes para darles a tus hijos todo lo que quisieras, si has pasado hambre recientemente, no desesperes, Dios lo sabe.

Lo primero y más importante es que tú, puedas encontrar la salvación de tu alma.

Si crees en Cristo como tu salvador y confiesas tus  pecados, Dios puede obrar una nueva creación en ti para poder ser un hijo o una hija suya.

Dios no desampara a sus hijos, es fiel a su promesa.

Pero el orden de búsqueda es primero Dios (buscarlo a él), y su luego su promesa será firme en decir: «Las demás cosas serán añadidas».

Si no tomas en cuenta este principio fundamental de la Palabra de Dios, lamentablemente sólo lograrás una «búsqueda equivocada», ya que que podrás encontrar a Cristo como tu salvador.

Si tus intentos de búsquedas fueron en vano, buscando sólo para las necesidades de tu cuerpo y nada haz logrado para tu alma: ¡Busca a Cristo!

Y al encontrarlo, cesará tu búsqueda.

Alejandro Riff