PENSANDO EN…. TODO LO VERDADERO

PENSANDO EN…. TODO LO VERDADERO

 

 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero… en esto pensad (Filipenses 4:8)

 

Pensar en todo lo verdadero involucra, pensar en todo aquello que tiene que ver con el reino de Dios.

Pensar en todo aquello relacionado con “La Palabra de Verdad “ (Efesios 1:13)
Este concepto es tan amplio como la Biblia misma, pero vamos a acotar el estudio, relacionándola con todas aquellas cosas que tienen que ver con la ocupación del reino de Dios, en contraposición con aquellas cosas que son terrenas.

Si pudiéramos hacer una estadística exacta de cuanto tiempo empleamos en el día, para pensar en los asuntos que conciernen al reino de Dios y los asuntos que atañen a nuestra vida diaria, veríamos la gran cantidad de tiempo que empleamos en esta última.

Algunos porcentajes podrían ser:

¿50% en las cosas de Dios – 50% en las cosas del mundo.? ¿70 – 30 ? u ¿80 – 20?

Sería difícil de determinar porcentajes, pero no es difícil darnos cuenta, cual es la preocupación principal de nuestro corazón.

No es difícil saber que nos tiene en ansiedad.

A veces cuestiones laborales o de estudio, son el primer pensamiento que nos ocupa a la mañana, y son el último pensamiento que tenemos antes de dormirnos, después de un largo día de “preocupaciones.”

Los «negocios» de este mundo compiten de tal manera con los «negocios de nuestro Padre celestial» que acaparan toda nuestra, atención, fuerza y ocupación de nuestra mente.

Seria bueno recordar las palabra de Jesús, que nos dice:

… ¿No sabíais que en los negocios de mi Padre me conviene estar? Lucas 2:49

Los negocios del Padre celestial hacia sus hijos, tiene que ver con el engrandecimiento de su reino, con la predicación del evangelio, con la salvación de las almas, con cosas que tienen trascendencia eterna, eso es TODO LO VERDADERO.

¿Ponemos la misma pasión por nuestro estudio o trabajo como para las cosas de Dios.?

¿Nuestra lealtad a nuestro jefe o profesor es mayor que la lealtad a nuestro Señor Jesús.?

¿Nuestra dedicación a la familia o amigos está por encima de nuestra dedicación a Dios.?

Nuestra mente se acelera todos los días, buscando soluciones a las cosas terrenas.

Todos los engranajes mentales giran a alta velocidad para encontrar salida a los problemas diarios, y llegamos al final del dia agotados y sin fuerza, y nos preguntamos. ¿valió la pena.?

Salomón, con la sabiduria de Dios dice:

Yo miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 1:14

De esta manera las cosas «vanas» se anteponen a todo aquello que «es verdadero.»

No es la cuestión, desde ya, vivir la vida despreocupados de obligaciones y responsabilidades,

¡No, no es eso!.

Sino se trata que la mayor fuerza de nuestra mente y corazón estén enfocadas hacia Dios.

(Este es el primer mandamiento – comp Mateo 22:37 y 38)

Si la única ocupación principal de nuestra mente es en la «obra que se hacen debajo del sol», veremos la esterilidad espiritual que provoca en nosotros esta «vanidad».

¿Porque a veces no tenemos una Palabra del Señor para compartir o un testimonio para dar.?

 

Sencillamente porque «de la abundancia del corazón habla la boca» (Lucas 6:44)

Y la abundancia del corazón, se nutre de pensamientos.

Si nuestra ocupación mental principal son las cosas VERDADERAS de Dios, siempre tendremos algo para compartir de parte del Señor.

Por el contrario si la abundancia de nuestros pensamientos son en cosas terrenas, nos ocuparemos de hablar de cosa vanas que no tienen provecho para el reino de Dios.

Querido hermano, quizá en este dia estemos atribulados con multitud de pensamientos.

Hemos llegado delante de la presencia de Dios con una pesada carga mental.

¡Pero en medio de esta multitud de pensamientos, Dios puede tomar el control, y consolar nuestra alma.!

En la multitud de mis pensamientos dentro de mí, Tus consolaciones alegraban mi alma. (Salmos 94:19)

Que el Señor nos desenfoque de las cosas vanas y no enseñe a poner nuestra mente, en TODO LO VERDADERO, en todo lo concerniente a SU REINO.

Alejandro Riff