¿Qué nos dice la reunión de oración acerca del estado espiritual de una iglesia local?

¿Qué nos dice la reunión de oración acerca del estado espiritual de una iglesia local?

SI FUERAS PERSEGUIDO ¿ORARÍAS?

En muchos países donde se persigue el cristianismo, ir a una simple «reunión de oración» es todo un reto. Por el solo hecho de reunirte para orar con tus hermanos en Cristo se corre el peligro de ser descubierto de «invocar el nombre de Jesús», y de esta forma te pueden quemar la casa, llevar a las personas a la cárcel, e incluso matarlas.

¡Qué diferente es nuestra América Latina, donde no somos todavía perseguidos! Muchos cristianos llega el miércoles o el jueves (o el día que la iglesia tenga la reunión de oración) y miran su reloj y dicen: -Hoy se me hace tarde para ir a la reunión de oración, Dios sabe que hoy tuve muchas ocupaciones, lo dejaré para otra vez. Esto demuestra cuan superficial se vuelve la iglesia en tiempos de paz.

El Señor Jesús profetizó en cuanto a la iglesia primitiva:  Pero vendrán días cuando el esposo les será quitado, y entonces ayunarán en aquellos días. (Marcos 2:20). La oración, el clamor y el ayuno se intensifican cuando la iglesia es perseguida, sin lugar a dudas. Pero, ¿acaso la iglesia en tiempos de paz no debería considerar que igual debe clamar y orar a Dios? Pues la urgencia de las salvación de las almas no ha variado, y la dependencia de Dios tampoco.

¿QUÉ DEMUESTRA TU RELACIÓN CON LA REUNIÓN DE ORACIÓN DE TU IGLESIA?

Uno puede medir la salud espiritual de una iglesia en base a cuántos de sus miembros se interesan por la reunión de oración. Si se invitara a una reunión para «cantar» estoy seguro que muchos vendrían sin dudarlo, pero ¿qué hay de la oración? ¿Acaso cantar y orar a Dios son cosas tan significativamente distintas? ¿No es parte de ser «un adorador en espíritu y en verdad»? (Juan 4:24).  Aquellos que prefieren la música por encima de la oración, lo que revela es que todavía son una tribu pagana danzando alrededor del fuego de sus propias emociones y no conocen al verdadero Dios. El atractivo de una reunión de oración es Dios mismo.

Una iglesia que descuida la oración ha descuidado toda su razón de ser. Como pastor siempre he tenido pocas esperanzas del verdadero crecimiento espiritual de aquellos que descuidan la reunión de oración. No valorar la oración congregacional casi siempre es un acto reflejo de haber abandonado la oración personal.

Para el hombre carnal es una carga orar a Dios, pero para el creyente es una necesidad y clama: «Oye, oh Dios, mi clamor, está atento a mi oración» (Salmos 61). Alguien dijo: “Si sólo oras cuando estás en problemas… estás en problemas”.

MÁS QUE SOLO CONCURRIR…

Por otro lado podemos tener un asistencia perfecta a la reunión de oración, ¿pero con qué espíritu vamos? Cuando nos toca orar ¿cómo son esas oraciones? ¿Son secas e indiferentes o están llenas de clamor? ¿Son oraciones de lo profundo del ser o son solo una armado de frases bien hiladas?

La Biblia nos muestra la necesidad de «súplica, perseverancia y constancia» en las oraciones por «todos los santos» (esto es, la iglesia)
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos. (Efesios 6:18).

Hermano/a no abandones las reuniones de oración de tu iglesia, así como tampoco abandones tu vida privada de oración. Ora cuando no tengas ganas de hacerlo, si reconoces tu debilidad en la oración, Dios te fortalecerá para que seas un hombre y una mujer de oración.

Decía el pastor Charles Spurgeon:

Oren para poder orar: oren hasta que puedan orar; oren para recibir ayuda para orar, y no renuncien a la oración porque no puedan orar, pues precisamente cuando piensas que no puedes orar, es cuando estás orando más; y algunas veces cuando no tienes ningún tipo de consuelo en tus súplicas, es cuando tu corazón todo quebrantado y abatido está realmente luchando y verdaderamente prevaleciendo con el Altísimo.

¡Que así sea!

Alejandro Riff