LA IGLESIA LOCAL Independencia – Libertad – Comunión

Imagen3

 

Bosquejo del mensaje compartido en un encuentro de iglesias independientes en Julio 2010, Buenos Aires. Argentina

 

INDEPENDENCIA DE LA IGLESIA

Una iglesia Bíblica tiene que ser independiente (en lo que se refiere a su gobierno) de toda organización, o ente intermedio, que se interponga delante de Cristo.

«Una iglesia local debe ser totalmente independiente para ser totalmente dependiente de Cristo que es la cabeza».

Col 1:18 y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, el que es el principio, el primogénito de los muertos, para que en todo tenga el primado.

 

El primer lugar le corresponde a Cristo, y no puede ese lugar ser usurpado por un hombre o grupos de hombres, que sean una especie de «fiscalizadores» de las iglesias. Cada iglesia local, en la ciudad o barrio que el Señor la levantó, responde a El.

Comparar la actitud de Diótrefes (3ra Juan 1:9) que amaba tener el primer lugar, e interfería en la comunión interna/externa de la iglesia.

Un hombre que toma el control de una o varias iglesias con este espíritu egoísta, es culpable de usurpar el lugar de Cristo como cabeza.

Dejamos en claro lo que no es independencia de una iglesia:

No se debe ser independiente en interpretar doctrinas de las Escritura para sí mismo.

Independencia no es vivir en aislamiento de los demás creyentes.

Independencia no es tener un espíritu sectario.

 

LIBERTAD DEL CREYENTE

La libertad no implica «libertad para pecar» (Gálatas 5:13).

La libertad implica obrar conforme a la libertad del Espíritu Santo.

Analogía: El Espíritu Santo inspiró a los escritores Bíblicos para que ellos volcaran los pensamientos de Dios en su propio estilo de escritura (y los supervisó para que no hubiera error).

Pero no fue un dictado mecánico, sino que les dio libertad, dentro de su supervisión.

El creyente de la misma forma tiene libertad de obrar, dentro del parámetro de las Escrituras, sin que por ello sea una cuestión uniforme.

Muchos, han transformado costumbres de hombres, en una especie de mandamiento divino como hicieron los fariseos en la época de Cristo (Mateo 15:9).

Han legislado la libertad del creyente de acuerdo a su punto de vista particular y humano, y a esto lo han llamado «fidelidad».

Por eso recordamos un dicho del siglo IV de Agustín que dice:

«En lo esencial (de la Biblia) unidad, en lo que hay duda libertad, en todas las cosas caridad(amor)».

 

COMUNIÓN CON OTROS CREYENTES

Primero separarse de todo lo que no es de Cristo, y saber la línea fronteriza entre lo que es de Dios y lo que es del mundo.

2Co 6:14 No os juntéis en yugo con los infieles…

(El ecumenismo es una falsa unión que mezcla estas cosas).

Por otro lado hay una necesidad que el mismo Espíritu pone: La comunión con otros creyentes de igual fe y doctrina.

Hay que tener discernimiento en esto. Muchos grupos que han comenzado como un movimiento de fidelidad a Dios, en el camino se estimaron superiores al resto de los creyentes, convirtiéndose en una secta.

Es importante la sana doctrina Bíblica para tener comunión.

Pero aun con sana doctrina se puede caer en posiciones sectarias, de acepción de personas, y en creerse los «iluminados» despreciando al resto de los creyentes por los cuales Cristo murió.

 

CONCLUSIÓN:

Cuando la iglesia local no está sujeta a la cabeza que es Cristo, el pensamiento de los hombres desvía el propósito principal de Dios para la iglesia, y se «entretienen» en otras actividades o se congelan en la inacción.

Mar 16:15 Y les dijo: Id por todo el mundo; predicad el evangelio a toda criatura.

 

 

 

Alejandro Riff