Huye de los predicadores de las riquezas y prosperidad. ¡Ve a Cristo!

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Mensaje en audio – Duración 8.44 minutos.

 

TRANSCRIPCIÓN DEL MENSAJE

Huye de los predicadores de las riquezas y prosperidad. ¡Ve a Cristo!

Déjame hacerte las siguientes preguntas para tu bien:

¿Vas a una iglesia donde te dicen que “debes pactar” ante Dios con tu dinero para recibir bendiciones?

¿El pastor predica acerca de que Dios te va prosperar económicamente si tienes fe?

¿Te han hecho creer que tú estás aquí en la tierra para que Dios tenga la obligación de prosperarte económicamente?

¿Te han vendido la falsa promesa que si tú das Dios, Él te dará?

¿Te han despojado del dinero de tu trabajo con estas promesas y ahora estás peor que antes?

Pero la gran pregunta que debes contestarte es:

¿Quieres creer a estos engañadores o prefieres creerle a Dios?

Quizá nunca fuiste a la fuente de toda verdad, la Biblia, como deberías haber ido.

Y por eso te han engañado y te seguirán engañando, a menos que rindas tu corazón a Dios y busques en Su Palabra la verdad de la salvación en Cristo, nuestra única riqueza en este mundo.

Fíjate lo que la Biblia dice respecto a las riquezas. Busca los versículos en tu Biblia por ti mismo/a.

Moisés prefirió ser afligido con el pueblo de Dios antes que gozar de las riquezas de los egipcios (Hebreos 11:25 y 26).

Por fe Moisés, hecho ya grande, rehusó ser llamado hijo de la hija de Faraón;
escogiendo antes ser afligido con el pueblo de Dios, que gozar de comodidades temporales de pecado.

Salomón no pidió riquezas sino sabiduría (1ra Reyes 3:11).

No pediste para ti muchos días, ni pediste para ti riquezas…

David entendió que lo poco del justo es mejor que las riquezas de muchos pecadores (Salmos 37:16).

Mejor es lo poco del justo, que las riquezas de muchos pecadores

Proverbios nos enseña a no pedir riquezas sino solo el pan necesario de cada día (Proverbios 30:8).

No me des pobreza ni riquezas; manténme del pan que necesario.

El Señor Jesús nos enseñó a orar para pedir sólo “el pan diario” y no riquezas acumulables (Mateo 6:11).

Danos hoy nuestro pan cotidiano.

Santiago nos enseña a no pedir para gastar en nuestros deleites, que obviamente vienen de las riquezas (Santiago 4:3)

Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites

El apóstol Pablo, no buscaba ni predicaba sobre las riquezas, aprendió a contentarse con lo que tenía. (Filipenses 4:11)

No lo digo en razón de indigencia, pues he aprendido a contentarme con lo que tengo.

El Señor Jesús nos enseñó a no preocuparse por las cosas materiales sino a confiar en nuestro Padre celestial (Mateo 6:31- 33).

No os congojéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o con qué nos cubriremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

Querido amigo/a:

La Biblia es más que clara respecto a lo que Dios opina sobre las riquezas.

Ahora si quieres quedarte en una iglesia, cuyo pastor predique estas mentiras será tu culpa exclusiva. Dios traerá en su momento a juicio a todos estos falsos evangelistas de la “prosperidad”.

Yo también soy un pastor evangélico, y te digo sinceramente que el único fin que debe seguir un VERDADERO predicador es llevar el mensaje del evangelio de Cristo a las almas.

Un verdadero predicador habla de aspirar al Reino de Dios, y no poner nuestros ojos en esta tierra de pecado cuya riquezas son inciertas (1ra Timoteo 6:17).

¿Sabes por qué los casinos y las agencias de lotería se llenan de personas?

Sencillamente porque el mundo solo tiene esperanza en las riquezas de esta tierra.

¿Sabes por qué se llenan de gente muchas campañas evangélicas e iglesias que predican la prosperidad?

Nuevamente porque la gente quiere poner su esperanza en esta vida antes que en Cristo.

La gente prefiere entregar su moto, su TV, su auto y su propia casa con tan de buscar más bendiciones de Dios.

¡Pero la gente no está dispuesta a entregar sus propios pecados e ir en humillación a Cristo considerándolo a Él y nadie más que al ÉL como el tesoro, inapreciable, grande y majestuoso, de sus vidas!

¡Basta de confiar en el falso dios de las riquezas!

¡Basta de creerle a gente que tuerce la Biblia para enriquecerse ellos mismos!

Mi consejo como pastor es:

1) Lo que has perdido tanto de dinero como de tiempo en un lugar de falso evangelio, no lo podrás recuperar. Pero sal ya mismo de ese lugar, no pases un solo minuto más en un lugar donde se pervierte la Palabra de Dios y se usa en vano el nombre precioso de nuestro Señor Jesucristo.
2) Asegúrate de examinar tu corazón a la luz de la Biblia, no sea que no conozcas a Cristo como tu salvador. Piensa que el lugar donde estabas yendo no se enfocaba en la Palabra de Dios, que es el único medio que Él utiliza para salvar a las almas explicando el camino de salvación en Cristo.
3) Busca en oración y con diligencia congregarte en un iglesia sana. Sé que esto es difícil, pero créeme que las hay. Conozco cantidad de iglesias en nuestro país cuyos pastores siguen el ejemplo del apóstol Pablo de predicarse no “a ellos mismos,” sino a Jesucristo crucificado, es decir como Salvador y no como el genio de la lámpara de Aladino que cumple tus deseos de riquezas.
4) No te quedes sólo/a. Si quieres crecer como un hijo o una hija de Dios lo harás en la compañía de otros hermanos en una iglesia. Si no llegas a encontrar una iglesia, utiliza las redes sociales, llama por teléfono, golpea puertas, pero por favor ¡No te quedes solo/a!

Contacta a la página donde se publica este escrito. Si alguien comparte este escrito por Internet es porque está de acuerdo con la postura bíblica de predicar el evangelio de verdad y no el falso evangelio de la prosperidad

Busca la guía del Señor, lee su Palabra, ora constantemente a él. Ten por seguro que Dios no te dejará solo o sola. Jesús es el buen pastor; él dio su vida por sus ovejas.

Si tú eres uno/a de sus ovejas, Él sabrá guiarte.

Aunque no te conozca, donde quieras que estés, estaré orando por ti para que Dios te ayude y te guíe.

Pastor: Alejandro David Riff, Rosario, Argentina.

 

Alejandro Riff