DEL PESEBRE A LA CRUZ

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¡Cuantas culturas y países recuerdan en estos días el nacimiento de Jesús!

Todos arman un escenario, donde hay animales pastores, María y José a ambos lados del bebé recién nacido Jesús, y un árbol decorado que no tiene relación con ningún suceso bíblico.

Entre guirnaldas, luces y brillo, los niños pequeños preguntan a sus padres de que se trata esta «fiesta», y la respuestas automatizadas se dan en frase como: «Ha nacido el niño Dios», «Es el regalo de Dios a la humanidad», o simplemente «Nació el niño Jesús».

Sin mayores explicaciones, lo niños entienden que es una época de regalos, y una fiesta donde la familia se junta a compartir una comida ¡y muchas veces tienen que presenciar los excesos de estas fiestas!

Al transformarse estos niños en adultos, repiten la historia con sus hijos, perpetuando así, de generación en generación, la ignorancia y desconocimiento de quién en verdad es Jesús.

No se puede explicar el suceso del pesebre de Belén, sin explicar que cual fue el suceso de la cruz en el monte Calvario.

No conocer el significado de la muerte de Cristo, el propósito de Dios para salvar al hombre, ineludiblemente   hace que el hecho del nacimiento no se pueda explicar.

Millones de personas arman la maqueta de navidad por tradición, sin entender a «Quién» están recordando.

Por eso para muchos, Jesús es solo un personaje simpático que incluyen en el escenario del pesebre de navidad.

La Biblia nos dice acerca de los hombres en Efesios 4:18 que son:

«ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón».

Estimado amigo:

Dios te invita a conocer a su Hijo, en su nacimiento, muerte en la cruz, y resurrección.

No desea que te mantengas ajeno al la salvación que te ofrece en Cristo Jesús.

Dios desea que le conozcas, que le entregues el corazón para el perdón de tus pecados.

De esta manera conocerás el significado del nacimiento, no a través de una maqueta, sino a través de Dios mismo.

¡FELIZ NAVIDAD!
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Alejandro Riff