A menudo pensamos que los únicos responsables de una predicación deficiente (en cuanto al contenido bíblico) o con errores doctrinales son los pastores y líderes de una iglesia. No niego que los líderes tengan una responsabilidad central en esto, pero quisiera mostrarles cómo el Nuevo Testamento nos muestra que cuando una iglesia se desvía del Evangelio los responsables en última instancia son los miembros de la congregación. Sí, ¡sentarse en la silla de una iglesia ya tiene su cuota de responsabilidad!
NO SEAS PASIVO DESDE UNA SILLA COMO LOS GÁLATAS
Gálatas 1:6 Estoy maravillado de que tan pronto os hayáis pasado del que os llamó por la gracia de Cristo, a un evangelio diferente.
El apóstol Pablo identifica un grave problema en las iglesias de Galacia. El problema no se trata de pequeñas diferencias de prácticas eclesiales, ni de formas, sino que es un problema de fondo: se estaban apartando a «otro evangelio».
Notemos cómo Pablo no increpa a los líderes (o falsos misioneros visitantes del judaísmo), sino que apela directamente a la congregación. Los Gálatas, que un día escucharon a Pablo y a otros sanos maestros cristianos, ahora habían cedido ante la enseñanzas de unos falsos maestros visitantes. Los más llamativo de esto es que «habían cedido muy pronto». El auditorio se había confiado en los líderes, y esta confianza a ciegas los llevó a pervertir el Evangelio de Cristo de manera congregacional.
Los falsos maestros se perpetuaron en los púlpitos de los gálatas porque nadie hizo nada desde sus sillas.
NO EVADAS TU RESPONSABILIDAD DE CONFRONTAR EL PECADO COMO HICIERON LOS CORINTIOS
Conozco a muchos hombres que Dios, por misericordia, les hizo entender parte de Su Verdad a través de la Biblia, es decir, han probado algo de la «sana doctrina», pero a pesar de eso están en iglesias donde en cada sermón (si acaso pueden llamarse así) se quebrantan u omiten verdades bíblicas fundamentales. Estos hombres ven pasivamente cómo sus familias se involucran en diferentes actividades de una iglesia que no tiene bases bíblicas, sin embargo por cobardía o comodidad nunca cuestionan a sus líderes. Hombres con la voluntad espiritual quebrada, donde quizá nunca fueron (o han dejado de serlo hace mucho tiempo) los líderes espirituales de su propia familia. Como hombres pusilánimes se encogen de hombros diciendo: «No puedo luchar contra el sistema«. Pero qué tiene la Biblia para decir a tales hombres:
Velad, estad firmes en la fe, portaos varonilmente y esforzaos (1Corintios 16:13).
Corintios era una iglesia con graves pecados permitidos incluso desde el liderazgo. Muchos habían consentido este pecado cediendo a las circunstancias. Pero Pablo llama a los hombres a ocupar el lugar que habían dejado, para que la iglesia recupera la firmeza de la fe.
NO USES A LOS TESALONICENSES COMO EXCUSA
Haciendo mal uso del pasaje de 1 Tesalonicenses 5:21 (Examinadlo todo, retened lo bueno) algunos lo utilizan como excusa para no tener que enfrentar los serios problemas doctrinales que enfrentan los predicadores de su iglesia. Piensan, cuando alguien está predicando: –Esto lo tomo… esto lo dejo. Según ellos, tranquilizan sus conciencias argumentando que «retienen lo bueno y desechan lo malo»con un alto grado de selectividad. ¡Pero no señores! ¡No somos comensales en un restaurant donde dejamos en el plato la parte que no nos gusta de la comida! La congregación debe exigir que el que predica, debe atenerse a la Palabra de Dios. Según la Biblia tenemos que desear, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada (1Pe 2:2 ). No podemos conformarnos con las migajas que caen de un púlpito que no está centrado en la Palabra de Dios. La responsabilidad de la falsa doctrina es eclesial, pero es la suma de las responsabilidades individuales.
¿QUÉ PUEDO HACER ENTONCES?
Prepárate con la Palabra de Dios. Evalúa los temas donde tu iglesia se está desviando. Ve y habla con la Biblia en mano con tus líderes. Si no te escuchan, ve y trata el problema con otros hermanos confrontando a los mismos (1 Timoteo 5:19). ¿Qué pasa si después de mucho insistir y con el tiempo no hay resultados? La Biblia nos muestra un camino: 2 Tesalonicences 3:6 Pero os mandamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente y no conforme a la doctrina que recibieron de nosotros. Y los pastores no están exentos de este examen.
RECUERDA A QUIÉN TE DEBES
Nos debemos al Señor Jesucristo. Él es la cabeza de la iglesia (Efesios 5:23). Él es la piedra fundamental (Efesios 2:20). Él es el que murió en las cruz por tus pecados. Afrentar el Evangelio de Cristo es una cosa seria, Pablo los llama «anatemas. Se hace tanta violencia a la Palabra de Dios desde un púlpito que se dicen incoherencias, así como desde las sillas que no hacen nada para frenar esta impiedad.
Santiago 4:17 Así que, al que sabe hacer lo bueno y no hace, le es pecado.
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