¿Perseverar para ser cristiano o ser cristiano para perseverar?

¿Perseverar para ser cristiano o ser cristiano para perseverar?

¿Perseverar para ser cristiano o ser cristiano para perseverar?

2Jn 1:9 Cualquiera que transgrede y no permanece en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina de Cristo, este tiene tanto al Padre como al Hijo.

Se define como perseverancia a la acción de mantenerse firme y constante en un propósito o decisión.

La Biblia nos dice que el que persevera en la doctrina de Cristo, el tal tiene al Padre y al Hijo.

Pero lamentablemente este precepto bíblico es mal entendido por muchos, pues piensan que pueden llegar a ser cristianos por esfuerzo propio.

O piensan que la salvación puede ser mantenida por méritos personales de perseverancia, y que si no hacen obras pierden el favor de Dios.

Muchas personas son inconstantes en los caminos de Cristo, y razonan equivocadamente de la siguiente forma:

-Sino voy a la iglesia voy a dejar de ser cristiano y perderé mi salvación.
-Sino oro el tiempo debido en forma diaria voy a dejar de ser cristiano y perderé mi salvación.
-Sino leo la Biblia seguido voy a dejar de ser cristiano y perderé mi salvación.

Vivimos en un tiempo donde los “cristianos” son como las golondrinas, que visitan un lugar de acuerdo a la estación del año; de igual forma, estos vienen a Cristo solo por temporadas.

Estas aves cuando empieza el frío emigran a otro lugar. De la misma manera, los “supuestos creyentes” (que son de naturaleza inconstantes) cuando tienen problemas o luchas en su vida, abandonan su fe y se rebelan, dejando de lado todo aquello bueno que aprendieron en Cristo.

Van y vienen de una iglesia a otra, se mundanalizan por temporadas volviendo a sus antiguos pecados, y en otras ocasiones profesan volver a ser cristianos, dejando el pecado.

¿Se puede decir acerca de ellos que son perseverantes.? No, pues nunca demuestra constancia alguna.

Se ha llegado hoy lamentablemente al «cristianismo de ocasión», pues perseverar en la doctrina de Cristo, que por lo cual uno está dispuesto a vivir y a morir por Crist o(Filipenses 1:21) para algunos es cosa pasada de moda.

La cuestión es: ¿Hay que perseverar para llegar a ser cristiano.? o ¿Hay que ser cristiano para perseverar?
Es lo segundo, pues la a perseverancia es una virtud del cristiano. Es algo que se alcanza por medio de la obra de Dios al perdonar nuestros pecados y regenerar nuestro corazón por medio del Espíritu Santo. (2 Corintios 5:7).

Nuestra naturaleza humana es de por sí rebelde. ¿Cómo podría perseverar si Cristo no la transformara?

Si Cristo no ha hecho su obra de salvación en el corazón transformando a una persona en hijo de Dios; es en vano que alguien se esfuerce en perseverar.

Pues la perseverancia es el resultado de tener al Hijo, Jesucristo, y al Padre celestial en nuestra vida.

Si nuestra vida está vacía de Dios, no existe ni intención ni fuerza para ser cristiano y perseverar, por tanto, seremos siempre inconstantes en nuestra fe.

Muchas veces queremos extender nuestra alas como águilas y volar por encima de las tormentas y decir:
-Miren he aquí a pesar de todo los problemas persevero en Cristo!, pero nos terminamos dando cuenta que no podemos, porque simplemente somos animales terrestres que no pueden volar, y por eso nos rebelamos y dudamos de nuestra fe nuevamente.

No tenemos alas, y aletear con nuestros brazos no ayudará a que nos crezcan plumas.

La oruga tiene que transformarse en mariposa para poder volar. De la misma manera el hombre tiene que transformarse en un cristiano para poder perseverar.

No es una cuestión de esfuerzo personal sino: DE UN CAMBIO DE NATURALEZA.

Pues la incredulidad del corazón no se combate con esfuerzo, sino con fe plena en la persona y obra salvadora de Cristo.

Estimado amigo/a:

¿Te haz cansado de tu propia inconstancia a través de los años?

¿Haz llegado a enojarte contigo mismo y exclamar:  Porqué no puedo permanecer en el camino del Señor, por qué me cuesta tanto perseverar, por qué vivo con el temor constante de ser condenado, y el cielo parece tan lejos de mí?

¿Sabías que Dios no pide que saques fuerzas de donde no tienes.?

¿Sabías que Dios no espera nada de nuestra naturaleza caída para que esta pueda hacer algo tan bueno como perseverar en la doctrina de Cristo?

Él ha mandado a su Hijo Jesucristo a morir en la cruz del calvario, para deshacer el pecado, y salvar el alma, de todo aquel que se acerca Él con el deseo sincero de cambiar.

Hay una debilidad innata en nuestro estado de perdición que nos impide perseverar en la doctrina de Cristo.

¡Pero gracias a Dios que a pesar de esto, Él no esperó a que sacáramos fuerza de donde no podemos, sino que envió a Cristo por nosotros estando nosotros en la debilidad el pecado!

Romanos 5:6 Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos.

Hoy puede ser el día en donde tu vida puede llegar a ser perseverante en el camino de Cristo.
Entrega tu corazón inconstante con toda confianza a Aquel que es poderoso para guarde sin caída en la vida cristiana, es decir, perseverante.

Judas 1:24 Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría.

Si pasas por esta experiencia podrás decir:
-Ahora soy perseverante, porque ya no confío mas en mi debilidad.
-Ahora soy perseverante porque tengo a Cristo en el corazón.

1Juan 5:5 ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios?

¡Esto es perseverancia.!

Alejandro Riff