LA PELIGROSA FRASE HECHA: «QUE SE CUMPLAN TODOS TUS DESEOS»

LA PELIGROSA FRASE HECHA: «QUE SE CUMPLAN TODOS TUS DESEOS»

Imagínense que Dios cumpliera todos los deseos del ser humano; por cierto el mundo como lo conocemos terminaría en ese mismo día.

¿Sabe el hombre qué es lo que quiere realmente? ¿Son sus deseos, porque sean en apariencia «buenos», realmente buenos?

 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová? El le enseñará el camino que ha de escoger. (Salmos 25:12)

Como cristiano me alegro de que Dios muchas veces no cumpla mis deseos y frustre mis planes, porque me doy cuenta que por más buenas intenciones que haya podido tener no eran los planes de Aquel cuyos caminos son más altos que los míos (Isaías 55:9).

Siempre a fin de año nos encontramos con personas y familiares que no conocen a Dios y la frase más peligrosa que le puede decir un creyente a ellos es : «Que se cumplan todos tus deseos».

Pero, ¿qué es lo que desean los hombres sin Dios?

  • Piden salud, pero no ponen sus vidas en las manos de Aquel que les da el sustente de su cuerpo.
  • Piden amor, pero no conocen el amor de Cristo que dio su vida por los pecadores.
  • Piden prosperidad, para luego olvidarse de las cosas espirituales y enfocarse en las materiales.
  • Piden paz, pero su corazón no está reconciliado con Dios por medio de Cristo, el único que da la paz.

Desde los tiempo de Noé el hombre no ha cambiado en nada y su corazón sigue deseando el mal y el pecado.

Y vio Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. (Gen 6:5 ).

El hombre seguirá persiguiendo sus propios deseos generados por su propia naturaleza caída y no querrán ir al Señor para tener vida (Juan 5:40).

Desear a los hombres que se cumplan sus deseos es desearles la muerte misma. Recordar al rico de la parábola de Lucas 12:20, que tenía muchos bienes en este mundo para regocijarse y estar  tranquilo, sin embargo esa misma noche encontraba su muerte.

Quizá , una frase más acertada sería: «Que este año, sea el año que tu vida busque a Cristo, el Salvador».

Y respecto a los cristianos:  ¿Cuáles serán nuestros deseos para este año?

Que todos nuestros deseos puedan ser en el temor de Dios, y lo alabaremos por aquellos que se cumplan y también por lo que no se cumplan, pues nuestro Padre celestial sabe lo que realmente nos conviene para sus fines y su gloria, que es nuestro deleite. Amén.

 Cumplirá el deseo de los que le temen (Salmos 145:19)

Alejandro Riff